viernes, 26 de febrero de 2010

El Soñador

-Me rindo

Fueron las últimas palabras que aquél soñador pronunció en este mundo. Siguiendo sus sueños, en un sueño se perdió. En estos días se le puede ver vagar por las calles sujeto a la caridad de las personas.

A veces lo observo, él nunca nota la presencia de los demás, y su mirada se pierde en el horizonte. Si los zombies vivieran (sí existen, pero no viven), serían como este individuo que sólo alcanzó a escuchar que "toda la vida es sueño" sin lograr entender que "los sueños, sueños son".

Fue así que como un niño de Hamelín siguió la música de la poesía y entre sus rimas se perdió. Esa mujer entró en su canción y se llevó la armonía, un rechazo, el primer desmoramiento de sus sueños, fue suficiente para derrotarlo.

Cuando entre mis remembranzas vienen a mí sus últimas palabras, comienzo a temblar. Ojalá que nunca se rompa nuestra línea entre sueño y realidad.

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